No es de extrañar que los agentes de policía experimenten acontecimientos traumáticos con más frecuencia que el ciudadano medio. Su línea de trabajo les pone en contacto con tragedias como asesinatos, abusos y violencia de todo tipo. En consecuencia, no es de extrañar que haya tantos agentes que necesiten ayuda, pero ¿por qué a menudo no se tratan los problemas mentales en la policía?