Conozca la nueva estrategia antiviolencia de la policía de Chicago

El año 2020 ha sido un año turbulento para Chicago no sólo a causa del COVID-19. Aunque la violencia en determinadas áreas de la ciudad es un problema histórico, los homicidios y los tiroteos se hicieron más frecuentes durante la primera mitad del año. El mes de julio fue especialmente intenso, ya que se registraron 100 asesinatos y 585 víctimas de tiroteos. Fue el mes más violento de la ciudad en 28 años.

Afortunadamente, estos alarmantes índices, fomentados en parte por la ola de disturbios que siguió a la muerte de George Floyd, coincidieron con el anuncio de una nueva estrategia antiviolencia por parte del Superintendente de la Policía de Chicago, David Brown. Consiste en la creación y despliegue de dos nuevos equipos: el Equipo de Respuesta a Incidentes Críticos y el Equipo de Seguridad Comunitaria (CIRT y CST respectivamente por sus siglas en inglés).

Un conjunto de tácticas policiales innovadoras constituyen el núcleo de esta estrategia. Pero lo más importante es que, además de poner fin al repunte de la violencia en Chicago, estos equipos también pretenden reforzar la confianza entre los agentes y la comunidad que protegen.

Un nuevo enfoque a un antiguo problema

La violencia no es nada nuevo en Chicago. A partir de finales de la década de 1960, la ciudad fue testigo de un repentino aumento del índice de delincuencia que disminuyó en la década de 2000, para volver a subir a mediados de 2010. La guerra entre pandillas es una de las principales causas del número de homicidios y tiroteos, pero una profunda desconfianza entre la policía y algunas comunidades de la ciudad es también un factor que contribuye a este problema.

A sabiendas de ello, el superintendente Brown ha procurado un mayor acercamiento entre la ciudadanía y los agentes de policía a través de la nueva estrategia policial que presentó en julio. Las unidades policiales CIRT y CST tienen una finalidad específica; la primera se desplegará en el centro de la ciudad o en cualquier lugar donde puedan producirse disturbios masivos, mientras que la segunda patrullará en determinados barrios en función de los datos sobre delincuencia o a petición del mando local.

(Image source: officer.com)

La nueva estrategia de Brown rápidamente comprobó su eficacia. A las ocho semanas de haberse implementado, los homicidios en toda la ciudad de Chicago se redujeron en un 44% respecto al periodo anterior, además de que se recuperaron 200 armas ilegales. Teniendo en cuenta que entre enero y mediados de septiembre se registraron un total de 544 homicidios, en comparación con los 364 del año anterior durante el mismo periodo, la noticia fue recibida con gran alivio tanto por el departamento de policía como por la comunidad.

Pasos importantes

Las tácticas encaminadas a aumentar la vinculación de la policía con las comunidades más vulnerables de la ciudad también han obtenido la aprobación de la opinión pública. Durante los meses de verano, los agentes del CST entrenaron a equipos de béisbol en el West Side y, según ha declarado Michael Barz el recién nombrado subjefe de la unidad, el equipo bien podría empezar también a entrenar a equipos de baloncesto en un futuro cercano.

Los funcionarios del CST también organizaron una donación de mochilas. La totalidad de los fondos recaudados, provenientes en gran parte de sus propios bolsillos, se destinaron a niños en centros de acogida por razones de violencia doméstica, quienes recibieron material escolar y artículos de higiene personal. Como resultado del impacto positivo que ha tenido el CST, el equipo aumentó recientemente el número de 300 agentes a 500.

La estrategia del superintendente Brown es la más reciente de una serie de intentos por frenar los índices de criminalidad en Chicago. Antes de este año, el último programa antiviolencia que se puso en marcha fue la Iniciativa de Reducción de la Violencia de 2012, que fue creado en respuesta a un aumento repentino de la delincuencia que implicaba algunos casos de alto perfil. Desafortunadamente, debido a problemas de planificación, acabó por suspenderse.

Vendrán días mejores

El problema de la delincuencia no es algo que pueda resolverse de la noche a la mañana, especialmente en una ciudad tan grande como la de Chicago. Pero la oleada de buenos resultados conseguidos desde el despliegue de estos nuevos equipos, es esperanzador. Lo más importante, es que esta estrategia ha presentado a las fuerzas del orden de una forma más positiva ante comunidades que generalmente desconfían de la autoridad y que gracias a esto ahora pueden empezar a ver a los agentes como elementos de protección en vez de una amenaza.

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