Es imposible hablar de tendencias generales en 2020 y 2021 sin mencionar los efectos de la pandemia COVID-19 y el confinamiento que vivimos a raíz de la misma. En lo que respecta al tráfico, el exceso de velocidad, los accidentes de tránsito y las víctimas mortales durante este periodo, no fueron diferentes. Del mismo modo que se vieron afectados muchos aspectos de la vida cotidiana, también se vieron afectadas las estadísticas de tránsito de vehículos en EE.UU. y en todo el mundo.
UN MAL INICIO DE AÑO
El primer semestre de 2021 fue el peor periodo de siniestros viales en Estados Unidos en décadas. El número de muertes en carretera en este periodo fue de 20,160. Fue el mayor número de muertes en carretera en un periodo de seis meses desde el primer semestre de 2006. Y esto no fue simplemente parte de una tendencia en curso; las estadísticas del año anterior fueron significativamente más bajas. De hecho, el número de fallecidos aumentó un 18,4% entre el primer semestre de 2020 y el de 2021. Se trata del aumento más elevado registrado en años desde que el Departamento de Transporte de EE.UU. empezó a recopilar datos sobre accidentes mortales en 1975.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha declarado que las investigaciones sobre el comportamiento humano realizadas entre marzo y junio muestran que los índices de incidentes por exceso de velocidad y por viajar sin cinturón de seguridad siguen siendo más elevados que antes de la pandemia provocada por el coronavirus. La agencia ha sugerido que durante este tiempo los conductores han adquirido hábitos de conducción más relajados a las normas de seguridad durante los periodos de poco tráfico durante el confinamiento, y luego han seguido conduciendo de forma temeraria a pesar de que el tráfico ha aumentado a medida que se han ido relajando las restricciones por la pandemia.
EXCESO DE VELOCIDAD Y ACCIDENTES EN EE.UU.
El Instituto de Información sobre Seguros (III por sus siglás en inglés), la NHTSA y la Oficina de Estadísticas de Transporte (BTS) ofrecen una serie de estadísticas reveladoras sobre el exceso de velocidad y los accidentes en las carreteras estadounidenses. Se prevé que las colisiones relacionadas con el exceso de velocidad costarán a los estadounidenses un total de 40.400 millones de dólares a finales de año. El exceso de velocidad es también un factor en aproximadamente un tercio de todas las muertes por accidentes de tráfico. La mayoría de los conductores pasan alrededor de la mitad de su tiempo en la carretera a 15 km/h por encima del límite establecido, lo que aumenta las posibilidades de verse implicado en un accidente en un significativo 9.1%.
Los jóvenes adultos de entre 16 y 20 años son los más propensos a conducir a exceso de velocidad. Este es también el grupo de edad más propenso a decir que conducir a 15 km/h por encima del límite no se considera peligroso. Por desgracia, este grupo de edad también es el más propenso a verse implicado en accidentes mortales. En el año 2021, los conductores de entre 16 y 20 años se vieron implicados en el 32% de los accidentes mortales. Asimismo, por kilómetro recorrido, los conductores adolescentes de 16 a 20 años tenían casi tres veces más probabilidades que los conductores de 21 años o más de verse implicados en un accidente mortal.
Otros grupos de alto riesgo son los conductores agresivos y los motoristas. Más de la mitad de las colisiones en las carreteras estadounidenses en 2021 fueron consecuencia de una conducción agresiva, siendo el exceso de velocidad la causa más común. En cuanto a las motocicletas, el 48% de los motoristas implicados en colisiones de un solo vehículo en 2021 habían conducido con exceso de velocidad.
ESTADÍSTICAS MUNDIALES
Aunque Estados Unidos no se suma a la tendencia general del mundo en cuanto a disminución de víctimas mortales en carretera en 2021, no es el único.
Un estudio realizado por Biomed Central (BMC por sus siglás en inglés) examinó las estadísticas viales en 42 países, tanto antes como durante la pandemia, y descubrió que había una tendencia general a la baja en accidentes y víctimas mortales. Esto se atribuyó en gran medida a una reducción del volumen total de tráfico. En los países estudiados, se produjo una reducción de las muertes en carretera del 25% o más en 5 países, del 15-24% en 13 países y de menos del 15% en 15 países.
Sin embargo, 9 de los 42 países estudiados registraron un aumento de las muertes en carretera, similar al de Estados Unidos. Estos aumentos se atribuyeron en general a un incremento del exceso de velocidad, carriles de tráfico más vacíos, menor aplicación de la ley, conductores que no usan el cinturón de seguridad y abuso de alcohol y drogas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que aproximadamente 1.35 millones de personas murieron en 2021 en accidentes de tráfico en todo el mundo. O, dicho de otro modo, unas 3.700 personas cada día. Aunque es difícil de predecir con exactitud, estiman que otros 20-50 millones de personas sufrieron lesiones no mortales debido a accidentes de tráfico.
Los países de ingresos más bajos registraron el mayor volumen de víctimas mortales en accidentes de tráfico; en 2021, el 93% de las víctimas mortales en las carreteras del mundo se produjeron en países de ingresos bajos y medios. Entre los países de ingresos altos, Estados Unidos reportó el mayor número de muertes por accidentes de tráfico, alrededor de un 50% más que países similares en Europa Occidental, Canadá, Australia y Japón.
UNA TENDENCIA QUE DEBE DETENERSE
Estadísticamente hablando, está claro que EE.UU. se encuentra en un periodo muy difícil en lo que respecta al exceso de velocidad, los accidentes de tráfico y las víctimas mortales. El año 2021 ha demostrado ser extremadamente peligroso, incluso más que el 2020, con un número récord de estadounidenses muriendo en accidentes de tráfico. Muchas personas adquirieron malos hábitos de conducción durante la pandemia y han seguido conduciendo de forma descuidada desde entonces, incluso ahora que las carreteras están más transitadas.
Y, como era de esperar, el principal factor que contribuye a estas estadísticas son los conductores que no respetan los límites de velocidad. Esto no es un problema que se resolverá por sí solo con el tiempo, y la única manera de frenar esta tendencia es aumentar la vigilancia de la velocidad en las carreteras. Por el bien de todos los conductores, pasajeros y peatones, es necesario un mayor apoyo a los departamentos de policía y vigilancia de carreteras para reducir esta tendencia de exceso de velocidad. Sólo entonces podremos ver un 2022 mucho más seguro.
La clave para solucionar este problema está en concienciar a los conductores y ayudarles a entender cómo han ido cambiando sus hábitos de conducción. Las pantallas de velocidad RADAR pueden ser una herramienta inestimable para mostrar a los conductores cómo han aumentado sus hábitos de exceso de velocidad desde la época en que conducían por carreteras casi vacías. Las fuerzas del orden también necesitan las herramientas dentro y fuera de sus vehículos patrulla para poder identificar y advertir a los conductores que superan los límites de velocidad permitidos.
El exceso de velocidad se ha convertido en una tendencia peligrosa que no puede continuar. Nos enorgullece saber que nuestros dispositivos RADAR de velocidad estarán a la vanguardia de esta labor policial que salva vidas.