Las ventajas de recopilar datos de tránsito de forma encubierta 

Una de las tareas más importantes, y rara vez reconocida, que desempeñan la mayoría de los servicios policiales es ayudar a mantener la seguridad vial en sus comunidades.

Por mucho que se confíe en que el ciudadano promedio se proteja a sí mismo y a las personas que le rodean, solo es necesario que aparezca un conductor imprudente para que ocurra una tragedia. El uso del automóvil es tan frecuente que raramente pensamos en los riesgos que su uso conlleva. Fácilmente olvidamos que un conductor ebrio o que alguien conduciendo con exceso de velocidad, intencionadamente o no, es capaz de acabar con la vida de otra persona. El oficial de tránsito salva vidas todos los días sin que nadie lo sepa. Aunque muchas veces su labor tal vez no sea la más reconocida dentro del ámbito policial, es sin duda una de las responsabilidades más importantes.

Algunos ciudadanos pueden pensar que la ley de tránsito local, los límites de velocidad y la señalización son simplemente “a ojo”, o que se asignan según los caprichos de la autoridad que controla las vialidades locales. Sin embargo, vivimos en un mundo que se maneja con base en información, y la regulación de la circulación vehicular no es una excepción. En EE.UU., la recopilación formal de datos de circulación de tráfico se remonta a la década de 1930, cuando los primeros ingenieros de tránsito recopilaban datos manualmente para ayudar a los responsables de tomar decisiones a establecer sus políticas. Por supuesto, ahora utilizamos métodos mucho más sofisticados y automatizados que permiten una recopilación de datos más precisa y una actuación eficaz.

LA RECOPILACIÓN DE DATOS DE FORMA ABIERTA O ENCUBIERTA

Todos conocemos el efecto que un agente equipado con un dispositivo RADAR o LIDAR tiene sobre el tráfico. En la mayoría de los casos, los conductores entran en pánico y reducen la velocidad para evitar ser atrapados. Algunos conductores que detectan trampas de velocidad pueden intentar comunicarse y advertir a otros conductores. Otros incluso llegan a comprar sus propios detectores de radar para evitar ser atrapados, aunque la legalidad de estos dispositivos sigue siendo diferente en cada estado de EE.UU.

Esto ocurre todavía más en el caso de los dispositivos RADAR fijos, ya que los vecinos descubren su ubicación y disminuyen su velocidad en consecuencia. Si bien algunos conductores son detenidos e infraccionados, otros consiguen reaccionar a tiempo y salirse con la suya.

Dicho esto, los detectores de velocidad representan un beneficio claro para la comunidad. Los conductores imprudentes serán multados. Con suerte, aprenderán a ser más precavidos, o el hecho de saber que están siendo vigilados hará que disminuyan su velocidad, incluso los que intentan infringir los límites. De cualquier modo, los conductores serán más precavidos y conscientes de su velocidad y esto hará que las carreteras sean más seguras.

Lo único que no hace la recopilación de información de tránsito es mostrar cómo se comportan los conductores cuando no son vigilados. Paradójicamente, la misma recopilación de datos los transforma. Para solucionar esto, optamos por la recopilación de datos encubierta para obtener datos de tráfico más “auténticos”. Cuando los datos se obtienen de la forma más discreta posible, por ejemplo, mediante una caja discreta fijada a un poste, obtenemos una idea mucho más precisa del comportamiento del tráfico en la zona. En lugar de intentar sorprender a los conductores o alterar directamente su comportamiento cuando están tras el volante, la recopilación de datos encubierta es una solución que beneficia a las soluciones de tránsito vehicular a largo plazo.

¿CÓMO FUNCIONA?

La recopilación encubierta de datos de tráfico suele realizarse con una unidad como la StealthStat II. Las ubicaciones se eligen basándose en las quejas ciudadanas, en los puntos con alto índice de accidentes, o simplemente se cambian de un punto a otro de forma rotativa.

La caja se monta en un poste de manera discreta de forma que la mayoría de los conductores ni siquiera la verán. Si la llegan a ver, es probable que la unidad se confunda con una caja eléctrica o de semáforo. Mientras que las unidades de datos más antiguas utilizaban mangueras de carretera para contar el flujo de vehículos, las unidades modernas utilizan un RADAR de banda K direccional para recopilar datos con mayor precisión. Estas unidades tienen baterías de larga duración, lo que significa que pueden permanecer en un lugar durante una semana o más. Los datos pueden descargarse y organizarse de forma manual o automática en gráficas, tablas e informes. Estos informes son utilizados internamente por la policía a nivel local y compartidos con las autoridades. La unidad de recopilación de datos no requiere ninguna intervención humana una vez instalada y puede monitorear la zona 24 horas al día sin que los conductores se percaten de su presencia.

¿CÓMO SE USA LA INFORMACIÓN?

Una de las mayores ventajas de disponer de información de tránsito precisa es evitar el mal uso del tiempo de los agentes de policía. Los departamentos que trabajan sin datos precisos tienen que depender de un enfoque menos acertado para detener a conductores que exceden los límites de velocidad. Cuando los oficiales tienen que investigar un número creciente de quejas ciudadanas de puntos en los que se excede la velocidad, ésto causa que descuiden la atención que debieran prestar a asuntos más importantes que a menudo quedan inconclusos.

Por otro lado, un departamento que disponga de datos precisos, puede desplegar a sus agentes de manera eficiente y enfocar sus esfuerzos más allá de la localización de zonas con altos índices de violaciones a las normas de tránsito. Además, también permite el análisis del flujo vehicular en determinadas horas del día o ciertos días de la semana. La recopilación de estos datos puede utilizarse tanto para monitoreo general del tráfico, así como para identificar a los infractores individuales. En el caso de puntos que presentan problemas constantes, el departamento puede compartir los datos recopilados con las autoridades de la localidad para ayudar en la toma de decisiones sobre los límites de velocidad, la señalización, etc., en la comunidad.

Claramente, el enfoque más seguro y eficaz del monitoreo de tránsito es una combinación de estas dos metodologías. La recopilación de datos encubierta debe utilizarse inicialmente para dar a los departamentos una idea clara y precisa de cómo, dónde y cuándo desplegar sus recursos, antes de aplicar a los agentes con dispositivos RADAR o LIDAR abiertos para controlar y mejorar realmente el comportamiento de los conductores.

Categories : Espanol, Vigilancia urbana

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